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“¿Por qué, siendo espírita, sufrió hace tanto tiempo?”
Porque el Espiritismo no nos hace indemnes al dolor. La
función del Espiritismo es la de fortalecernos para el dolor y no la de
liberarnos de él sin el necesario mérito del sufrimiento; la función del
Espiritismo es darnos una visión amplia de la vida, ofrecernos recursos para
superar nuestras limitaciones. Gracias a Dios, usted, siendo espírita, ha sufrido,
porque es siempre bienaventurado aquel que rescata ante los Bancos de la
Misericordia Divina. Se eleva por la confianza, porque el dolor, en vez de
punición, es bendición, es crédito ante la vida. El Espiritismo nos da el alivio,
el optimismo para enfrentar las aflicciones; es una terapia para vencer el
sufrimiento.
¿El médium se escoge o es escogido para las tareas
mediúmnicas?
Allan Kardec clasificó a los médiums en dos grupos:
naturales y de pruebas, habiéndolos seguros e inseguros; inestables, innatos,
misioneros. Los médiums misioneros son destacados, son escogidos. Los médiums
seguros son trabajados. Ellos se preparan, se armonizan, se desdoblan y se
educan para que los buenos Espíritus los
conduzcan. Los médiums inseguros son los que oscilan entre la convicción y la
duda. Luego, el individuo portador de mediumnidad puede perfeccionarse. Los
médiums que tienen tarea son dirigidos por los Espíritus que, gracias a su
colaboración les perfeccionan las facultades.