ESTO NO ES FENG SHUI
El arte del Feng Shui no debe confundirse ni con la magia, ni con la fantasía, ni con la mera determinación de cómo acomodar los muebles de una casa. Sus principios se basan en conocimientos antiquísimos que se nutrieron de la tradición, el budismo, el Tao, el Libro de las Mutaciones (o I Ching) y la astrología china. De esta forma, hace miles de años, y contando con elementos que hoy resultan muy rudimentarios, los chinos pudieron descubrir cómo circulaban los vientos a través de la observación del humo de las velas, por ejemplo. Actualmente, tomando aportes de algunas de las ciencias modernas, el Feng Shui se ha enriquecido y adaptado a los tiempos que corren, y se ocupa de ofrecer en cada caso la solución más próxima a nuestras posibilidades. De nada serviría una disciplina que nos ofreciera como única respuesta a nuestros problemas dejar nuestra casa, comprando o alquilando una nueva. De lo que se trata es de aplicar los principios y seguir las reglas que hagan que cada caso se solucione con el menor esfuerzo posible. Quienes desconocen si la casa que habitan o el lugar donde trabajan tiene un Feng Shui positivo o un Feng Shui negativo, luego de leer este libro estarán en situación de "diagnosticar" el Feng Shui de su casa, habitación u oficina y poner en práctica todo lo necesario para armonizar, sanar o equilibrar sus espacios inmediatos para que sean reflejo de sus vidas y sus aspiraciones.
La aplicación del Feng Shui en la actualidad
El arte del Feng Shui comenzó en China hace miles de años como una forma de crear lugares sagrados que cumplieran con todos los principios necesarios para la paz del alma y la armonía del cuerpo y la mente. Muchos años después estos conocimientos comienzan a transmitirse en Occidente y surgen las prácticas y técnicas de Feng Shui que se conocen y aplican hoy en día. Actualmente el Feng Shui une a la sabiduría heredada de la antigüedad oriental (fundamentalmente china) los aportes de ciencias modernas como la psicología, la geofísica, el desarrollo ambiental, la ecología, etc., como así también, toma elementos de disciplinas artísticas como la plástica y la música. En un principio, se buscaba el lugar ideal para ubicar los templos, tumbas y palacios; y a partir de este hallazgo se diseñaba el resto de los elementos para alcanzar que esa morada estuviera en perfecto orden con las fuerzas de la naturaleza. Cuando este arte milenario se hace conocer en occidente por medio de maestros orientales que lo habían heredado de sus ancestros, debió ser adaptado a los cambios tanto temporales como de lugar: un arte que surgió hace más de 3000 años, en zonas de campiña, no podía aplicarse tal cual en ciudades altamente pobladas. A modo de ejemplo podemos decir que las casas, así como también los ambientes de trabajo que habitamos hoy en día, están rodeados de otros muchos lugares (cada uno con su Feng Shui) y de las miles de personas que habitan en ellos.
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