"En los chakras se esconde el poder más glorioso de los seres humanos; de su sabia utilización dependerá una realización sublime." W. White
Se realizaron pruebas con parejas enamoradas, y
sorprendentemente se observó que las auras se fundían en un gran aura
vibrante. Además, se han investigado casos en los cuales personas
absorben energías del campo electromagnético de otras. El amor, la
fuerza más poderosa del mundo, expande, ilumina y energetiza el aura.
Esto se ve en el aura de los animales y plantas, ya que poseen un
sistema menos complejo que el nuestro. En cambio, los animales
domésticos que imitan nuestro comportamiento poseen un aura similar al
del ser humano.
Las personas que realizan ejercicios
físicos y respiratorios poseen un aura muy expansiva, poseyendo un aura
saludable resplandeciente de salud y vitalidad. Se ha comprobado que los
seres humanos cuando meditan o rezan, emiten altas vibraciones desde su
aura. Y los individuos con carácter también poseen un aura alto. En
cambio, las personas enfermas poseen un aura gris, ya que se ve
reflejado el dolor producido por las enfermedades. Además, cuando un
objeto es tocado por una persona, este absorbe la carga electromagnética
de dicha persona.
Los bebes a medida que crecen van
desde un aura blanco hasta un azul, pasando por diferentes colores. A
medida que va creciendo y aprendiendo una neblina amarilla de la cabeza
disminuye hasta desaparecer.
El número de matices,
tintes y tomas de un color son relativos e infinitos, como lo son los
diferentes aspectos mentales, emocionales, físicos y de salud espiritual
que aparecen en el aura en forma de colores.
Aunque el
aura visible se extiende unos pocos centímetros mas allá del cuerpo, el
campo real como fenómeno energético se extiende hasta el infinito. Esta
en constante interacción con otras dimensiones del tiempo, el espacio,
la energía y la materia.
El aura es sensible a la
totalidad de nuestro interior y exterior. Existen factores mentales,
físicos y espirituales que interactuan constantemente para influir sobre
ella. La personalidad, el estado de salud, los intereses personales,
los factores sociales, los estados emocionales y las condiciones
circunstanciales pueden tener un efecto inmediato y crítico sobre el
aura. La ansiedad, la hostilidad, la frustración y otros estados
mentales negativos producen un efecto desgastante en el cuerpo, agotando
la energía del sistema.
El método de la fotografía
kirlian demuestra la existencia de materia en estado plásmico
(bioplasma) en el organismo viviente. El bioplasma es un sistema de
partículas cargadas libres (electrones e iones) en el organismo. Gracias
a este se puede comprender los campos eléctricos y magnéticos de los
seres vivos, como que la sexualidad produce dispersión energética.
Recordemos que el concepto de Bioenergía ya se ha aceptado, y hasta se
enseña en la Universidad técnica más prestigiosa del mundo, Harvard.
Los
cambios bioquímicos en las células, producidos por la biomagnética se
manifiestan en el aumento de la energía de las personas. Este proceso
provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, aumenta la circulación
general, se reduce el dolor, las inflamaciones, favorece los procesos
mentales, mejora los reflejos y los sentidos se agudizan. En la
actualidad, sabemos gracias a la ciencia que los seres humanos emitimos
radiación electromagnética, radiación ultravioleta por el núcleo
celular, y se han registrado voltajes en las células de la piel por la
radiación térmica del cuerpo.
Existen casos denominados
"combustión espontánea", en los cuales personas se calcinaron
instantáneamente, producto de una llama azul proveniente de adentro del
cuerpo. No hay explicación alguna por parte de la ciencia. También, hay
otro fenómeno que se da mas seguido, este es el enigma de los cuerpos
incorruptos, el cual se produce cuando el cadáver no entra en el estado
de descomposición, llegando a veces hasta transcurridos varios siglos.
Hay ausencia de rigidez cadavérica y los miembros se mantienen
flexibles. Se advierte durante meses, años, e inclusive siglos la
presencia de un olor perfumado. En ejemplos excepcionales, los médicos
han comprobado que mucho tiempo después de la muerte persiste una
temperatura muy elevada en el cadáver. En algunos casos se asegura que
el difunto levantó el brazo para dar su bendición o giró la cabeza.
Existen
cientos de casos sin explicación científica en los cuales personas han
muerto y luego despertado en su funeral o en la morgue. En la práctica
del vudú se encuentran ciertas drogas que producen este fenómeno,
suspendiendo durante días las funciones cerebrales, dejando a las
personas técnicamente muertas.
Equipos de geólogos
rumanos descubrieron que el campo magnético de las cimas de la
cordillera de Bucegí, en la Transilvania central, tiene efectos
sanadores. Se debería a que la montaña esta compuesta de granito
(transmisor de energía electromagnética) y magnetita (hierro y cuarzo)
la cual posee propiedades curativas.