Un espejo roto, traerá 7 años de mala suerte, ha de ser desterrado del hogar de inmediato.
Esta es la creencia popular que desde la antigüedad ha
perdurado hasta nuestros días.
Tal vez su origen se remonte incluso a antes de su misma creación,
cuando solo veían su reflejo los
antiguos, en el agua de los lagos, estanques o
ríos de aguas tranquilas.
Ya entonces, se creía que si el reflejo de la persona que allí
se miraba, era distorsionado, los augurios
serian negativos y predecían la catástrofe.
Después en la época en la que los romanos introdujeron la creación
de los espejos de cristal, fue
cuando su rotura, comenzó a ser popularmente
como presagio de mala suerte.
Lo del periodo de siete años, se debe entonces a este mismo
pueblo, que tenia la creencia de que el
hombre sufre ciclos de siete años en
los que hay un rejuvenecimiento.
Por su parte, los egipcios y los griegos, crearon espejos de
metal, que al no romperse, eran realmente
valiosos.