UN CONSEJO PARA LAS PAREJAS
No conviene para nada discutir en la habitación matrimonial (éste debe ser el lugar para el descanso compartido y para los encuentros amorosos). Cuando sea necesario tocar algún tema conflictivo, se recomienda buscar otro lugar de la casa y, si esto no es posible, hacerlo en un espacio "neutral", (por ejemplo, un bar o un lugar abierto como una plaza).
EL YIN Y EL YANG
Estas dos fuerzas simbolizan -para la cultura oriental- el principio de la dualidad, presente en todos los elementos de la naturaleza. La armonía surge del equilibrio de estas dos fuerzas que se oponen y se complementan. Es importante que tengamos en cuenta que cuando hablamos de equilibrio no decimos que debe haber igual cantidad de una fuerza como de la otra, sino de armonía energética. Un elemento puede tener mayor cantidad de fuerza yin o yang, pero se equilibra con otro que le da lo que compensa esa carencia. Para los chinos, el yin es la fuerza que representa la oscuridad, la pasividad, la quietud; y por otro lado, el yang representa la claridad (luminosidad), la actividad y el movimiento. El yin se relaciona con lo femenino, y su opuesto, el yang, con lo masculino. En la esfera celeste, la Luna se relaciona con el yin y el Sol, con el yang. En el cuadro de la página siguiente podemos ver la comparación entre estas dos fuerzas opuestas y complementarias.
YIN
YANG
Femenino
Masculino
Día
Noche
Oscuro
Claro
Pasivo
Activo
Quietud
Movimiento
Paz
Guerra
Madre
Padre
En el equilibrio y la perfección de la naturaleza, a cada fuerza le corresponde otra opuesta que la complementa.
EL EQUILIBRIO DEL YIN Y EL YANG EN LA PAREJA:
Para las tradiciones basadas en esta concepción, el equilibrio en una pareja se alcanza cuando en cada individuo se ha logrado contrarrestar los elementos yin y yang, que de este modo se ponen al servicio de la felicidad de la pareja y de cada uno de sus integrantes. Para que esto sea posible, en la mujer deben desarrollarse y acrecentar los elementos yin y, por otro lado, suavizarse o encauzar los elementos yang. En el hombre debe suceder lo opuesto; y en ambas partes debe darse la complementariedad que lleve al equilibrio. De esta forma, la armonía de las fuerzas que cada uno pone en la pareja hacen a la felicidad y la plenitud de vida de sus integrantes.